Ecuador, con una superficie de 256 370 km2, siempre ha cargar con el estigmastigmatisiert seincargado con el estigma de ser un “país territorialmente pequeño” —comparado con su vecino Perú, su superficie es cinco veces menor—; sin embargo, aunque resulte extraño, supera en más de 10 000 km2 al Reino Unido.
Este país ubicado en la región noroccidentalnordwestlichnoroccidental de América del Sur es uno de los diecisiete países más megadiversos de la Tierra y un ejemplo de que la extensión de un país no tiene por qué ser un obstáculomuss kein Hindernis seinno tiene por qué ser un obstáculo para posicionarse como uno de los destinos turísticos con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado. Un dato: Ecuador alberga el 10 % de las la especie vegetalPflanzenartespecies vegetales del mundo.
El turismo sosteniblenachhaltigsostenible, de aventura y comunitario son la base de un Ecuador situado estratégicamente sobre la la línea equinoccialÄquatorlínea equinoccial que divide los hemisferios norte y sur, es decir, el ecuador. Con cuatro espectaculares regiones naturales (Costa, Andes, Galápagos y Amazonia), la República de Ecuador ofrece al viajero un clima único, recursos naturales impoluto/arein; makellosimpolutos, una vida salvaje primigenio/aursprünglichprimigenia y una población indígena de más de un millón de personas con 14 nacionalidades distintas.
Gracias a su sorprendente riqueza natural, histórica y cultural es posible estar en la mitad del mundo, alcanzar el punto más cercano al sol, descubrir ciudades patrimonialKulturerbe-patrimoniales, explorar las las entrañashier: das Innereentrañas de la selva, donde todavía habitan pueblos no contactados, como los tagaeri y los taromenane, y aventurarse a conocer un paraíso donde la teoría de la evolución de Darwin parece evidenciarse de forma clara: las islas Galápagos.
Un descubrimiento accidental; por accidentezufälligaccidental
Han sido durante millones de años un secreto muy bien guardado en medio del océano. Las Galápagos fueron descubiertas por accidente en 1535 por fray Tomás de Berlanga, arzobispo de Panamá, a quien el rey Carlos V ordenó viajar a Perú para realizar un informe sobre el estado de su virreinato. Las fuertes la corrienteStrömungcorrientes oceánicas y la ausencia de viento arrastraron las naves españolas a este enclave que el propio fray Tomás definió como unas islas “sin encantouninteressantsin encanto” en las que “las aves son tan bobas que no saben volar”.
En 1570 fueron incluidas en un atlas mundial por el cartógrafo Abraham Ortelius, quien les dio el nombre de Insulae de los de Galápagos, ya que la forma de los el caparazónPanzercaparazones de las tortugas gigantes endémicas de estas islas le recordaban a las la silla de montar a caballoReitsattelsillas de montar a caballo del mismo nombre.
Encontrará el reportaje completo sobre las islas Galápagos en ECOS 12/23
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