“Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong”. Así arranca la novela Memorias de África, de Isak Dinesen, pseudónimo tras el que se escondía la escritora Karen Blixen. La la exuberanciaÜppigkeitexuberancia de la dehesa y los atardeceres extremeños son tan deslumbranteblendend; umwerfenddeslumbrantes que convencieron a la directora María Pérez Sanz para rodar en Extremadura la película Karen, retrato de la novelista danesa en Kenia. Situó, sin ningún el pudorSchampudor y con mucho el aciertoTreffsicherheitacierto, el Serengueti a las afueras de Trujillo. Es verdad que durante el rodaje temía que se cruzaran unos cerdos ibéricos, que difícilmente pueden pasar por el ñuGnuñus, pero encontró el paisaje africano y la vida salvaje sin desplazarse de continente.
Extremadura es un monumento natural ubicado al oeste del corazón de la Península Ibérica, en la frontera con Portugal. La Raya, como se conoce el territorio fronterizo que separa ambos países, es un espacio mítico de contrabandistas que quedó abolido en 1995 con el Tratado de Schengen dela libre circulaciónFreizügigkeit libre circulación de la Unión Europea. Solo la pandemia levantó de nuevo, durante unos meses, unas fronteras ya olvidadas donde se mezcla, sin que el teléfono inteligente sea capaz de distinguirlo, hasta el el huso horarioZeitzonehuso horario (es una hora menos en Portugal).
Al norte, en la frontera natural entre Cáceres, Salamanca y Portugal, hay tres municipios extremeños que comparten incluso una lengua propia, a fala, un fenómeno lingüístico de origen gallego-portugués que hablan apenas seis mil vecinos en Eljas, Valverde del Fresno y San Martín de Trevejo. Esta región aislada se encuentra a menos de dos horas por carretera de Cuacos de Yuste, otro lugar remoto en el siglo XVI que el gran emperador de Occidente eligió enigmáticamenterätselhafterweiseenigmáticamente para retirarse. Implicaba un viaje rudísimo desde Flandes y nadie sabe a ciencia ciertamit Sicherheita ciencia cierta por qué lo hizo. Hoy es el itinerario turístico más popular de la región: la Ruta del Emperador Carlos V. Tras desembarcar en Laredo (Cantabria) a finales de septiembre de 1556, Carlos I de España y V de Alemania franquearüberquerenfranqueó Gredos por el el puerto(hier) Gebirgspasspuerto de Tornavacas (Ávila) transportado en una silla. Llegó en noviembre al castillo de los condes de Oropesa (hoy parador de turismo en Jarandilla de la Vera), donde tuvo que esperar tres meses a que acabaran las obras de su residencia en el Monasterio de Yuste, en el que acomodarsesich einrichtense acomodó por fin en febrero de 1557.
Tierra de dehesas
En Yuste, el hombre más poderoso del mundo pasó un año y medio pescando en la la alberca(hier) Wasserbeckenalberca desde el balcón, leyendo el libro de caballeríasRitterromanlibros de caballerías y rezando rodeado de monjes jerónimos, hasta que lo mató un mosquito. También encontró su Serengueti particular y murió de paludismo o malaria, un el mal endémicoendemische Plagemal endémico entonces en la Vera. En su estancia tuvo tiempo para disfrutar de la comida. Además de emperador, era gastrónomo. Llegó acompañado de su propio el maestro cerveceroBraumeistermaestro cervecero de los Países Bajos y recibía ostras y el moluscoMolluske; Weichtiermoluscos en hielo de Portugal, la angulaGlasaalangulas, truchas, sardinas ahumadas, chorizos y ordenaba que le prepararan hasta 25 platos para cada comida principal. Si bien se aficionó al el vino de pitarratraditioneller Wein aus Extremaduravino de pitarra extremeño, elaborado artesanalmente en la tinaja de barroTonkrug, -behältertinajas de barro desde época prerromano/avorrömischprerromana, no está documentado que catarprobieren; kostencatara las fabulosas las migasmit Speck, Knoblauch und Paprika geschmorte Brotwürfelmigas con huevos fritos sazonarwürzensazonadas con el oro rojo de la Vera cacereño/abzgl. Cácerescacereña, el pimentón.
Procedente de Perú y Bolivia, el pimiento con el que se elabora el célebre pimentón de la Vera llegó a tierras extremeñas a finales del siglo XV. Lo trajo Cristóbal Colón en su tercer viaje y lo empezaron a cultivar los jerónimos del monasterio de Guadalupe y de Yuste. La la idea emprendedoraGeschäftsideeidea emprendedora de los monjes se extendió luego a las la zona de regadíoBewässerungsgebietzonas de regadío de la comarca.
Lo que sí sabemos es que el emperador comió jamón. Y mucho. Extremadura dispone de un millón de hectáreas de dehesas, el el hábitat naturalnatürlicher Lebensraumhábitat natural del cerdo ibérico. Suelen caminar varios kilómetros en busca de los frutos de la la encinaSteineicheencina: para engordar un kilo necesitan comer 12 kilos de la bellotaEichelbellotas. Con esos cerdos de raza ibérica criados en libertad se consiguen unos jamones y la paleta(hier) Vorderschinkenpaletas que son la denominación de origen protegidageschützte Ursprungsbezeichnungdenominación de origen protegida “Dehesa de Extremadura” (Para situarnos: los productos derivados de un cerdo completo pesan 32 kilos, entre paletas, jamones, chorizos, salchichones, morcillas, etc., y su precio ronda los 1400 euros. Como los coches o los electrodomésticos, ofrecen la posibilidad del pago a plazos a 12 o 18 meses).
Puede encontrar el reportaje completo en ECOS 10 / 22 y descubrir mucho más sobre Extremadura.
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