Colombia: desde Bogotá al Caribe

Un cronista se convierte en guía turístico imaginario para mostrarle su país —el país de las 4030 fiestas anuales— a un grupo de extranjeros. Un viaje por carretera entre Bogotá y Cartagena.

Bogotá

Buenos días, señoras y señores.

Me complace darles la bienvenida a Bogotá, la vibrante capital de Colombia, una ciudad que se encuentra a 2600 metros sobre el nivel del mar. Esta altura inspiró un eslogan que, aunque parezca pretencioso/aangeberischpretencioso, es inobjetablees ist nichts dagegen zu sagenes inobjetable: “Bogotá, 2500 metros más cerca de las estrellas”.

Me contaron que, además de recorrer Bogotá, ustedes piensan viajar hacia la costa del Caribe. Han escogido una ruta maravillosa. Como su guía, esmerarsesein Bestes tunme esmeraré para que se sientan a gusto y queden con ganas de regresar. Antes de empezar el recorrido, permítanme traducirles algunos el modismoRedensart; Ausdruckmodismos colombianos que, seguramente, oirán por el camino. Si al amanecer un campesino nos ofrece “tinto”, no vayan a pensar que están frente a un alcohólico: nosotros no llamamos tinto al vino, sino al café negro. Además, le decimos guaro al aguardiente, pola a la cerveza, mamera a la la perezaTrägheit; Faulheitpereza, tusa al el mal de amorLiebeskummermal de amor y bacano a lo agradable.

Estaré atento para traducirles cualquier otro modismo.

Por ahora, le pido al conductor que reduzca la velocidad. Eso que ven allá, a su derecha, es el Cerro de Monserrate, la montaña más alta de la ciudad, cuya cima se encuentra a 3210 metros de altura. Es un el lugar de peregrinaciónPilgerortlugar de peregrinación que también resulta ideal para practicar deportes.

Fundada en 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada, la ciudad fue bautizado/ahier fig.: wurde getauftfue bautizada como la Atenas Suramericana por el geógrafo alemán Alexander von Humboldt. a falta demangelsA falta de mar y playas, Bogotá ha construido su atractivo turístico sobre la base de la cultura. En la ciudad se celebran un festival iberoamericano de teatro, que ya lleva veintidós ediciones, y un festival internacional de rock, que acaba de cumplir veintisiete años. En 2007, la Unesco proclamó Bogotá Capital Mundial del Libro.

Propongo que, después del almuerzo, vayamos al Museo Botero. Allí se exhibenwerden ausgestelltse exhiben ochenta y siete obras universales de la colección personal del artista Fernando Botero, así como ciento veintitrés piezasde su autoríaaus seiner Hand de su autoría.