Uruguay: La belleza indómita del Atlántico Sur

Frente a nuestros ojos se extendía un paisaje alucinante: una la planicieEbene, Plateauplanicie verde, inmensa, en la que pastarweiden, grasenpastaban cientos de la resRindreses entre esbelto/aschlankesbeltas palmeras. Miles de palmeras que formaban un bosque único, extraño. No podía creer lo que veíamos. Cuando imaginamos una palmera, es más, esta enorme cantidad de palmeras, la situamos en el Caribe tropical; encontrarla aquí a 32° dela latitud sursüdliche Breite latitud sur, donde hay crudos inviernos, nos resultaba increíble.

La naturaleza a veces rompe todos los esquemas y nos ofrece el privilegio de disfrutar de un asombroso el palmeralPalmenwaldpalmeral en el Atlántico Sur, cerca de la Antártida: aquí en Uruguay, este bello y tranquilo país al sur de Sudamérica, que tiene una palmera emblemática, lala palma butiáGewöhnliche Geleepalme palma butiá.

Hemos venido a conocer Uruguay, uno de los países más seguros del mundo, y uno de los más estables a nivel político y social de Sudamérica. Algunos sabrán poco de este hermoso país rodeado por Brasil, Argentina y el océano Atlántico; un paraíso que combina su variada y sorprendente naturaleza con monumentos históricos y exclusivos balnearios; en él se respetan las leyes y los derechos humanos, la educación es gratuita incluso en la Universidad, y sus  más de 3 444 000 habitantes gozan de la protección médicaGesundheitsschutzprotección médica y la jubilación garantizadagarantierte Altersversorgungjubilación garantizada.

Con Tabaré Vázquez en la Presidencia, Uruguay cumplió el pasado mes de marzo 33 años ininterrumpidos de democracia. La dictadura militar (1973 – 1985) terminó con la llegada a la presidencia de Julio María Sanguinetti. Y en 1985, nadie hubiese imaginado que un guerrillero tupamaro como José Mujica llegaría a ser presidente de este país y lo convertiría en uno de los más avanzados de la región al legalizar la marihuana, el matrimonio homosexual y el aborto en casos determinados por la ley.
Muchos europeos pensarán que estos logros sociales son normales, pero si lo comparamos con los otros países de América, no hay ninguno como Uruguay. Y lo mismo cabe decir de los uruguayos, gente buena, cordial y altruista, que siempre está dispuesta a compartir con el visitante un amargo y cálido mate.