Para gustos, los colores
Los partidos políticos españoles también se identifican con colores pero sus asociaciones tienen poco que ver con las de Alemania. Los colores que identifican a los partidos españoles son los siguientes:
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el rojo para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
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el azul para el Partido Popular (PP)
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el morado para Unidas Podemos (UP)
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el verde para Vox
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el naranja para Ciudadanos
En España se usan los colores para hablar de un determinado partido: la formación morada, el partido naranja, pero en cambio no se usan de manera conjunta para hablar de la coalición de gobierno; nadie habla de la coalición morado-roja o bermellón-morada, ni tampoco se hacen asociaciones con banderas, como en Alemania donde es común oír hablar de la Jamaika-Koalition.
Tareas pendientes: Actualizar la Constitución
La Carta Magna española ha llegado a su mediana edad un poco tocada. Bajo su paraguas consiguió sentar las bases de la democracia en un país que venía de un periodo muy complicado y logró darle estabilidad pero empieza ya a presentar signos de cansancio, o mejor dicho, algunos síntomas de el envejecimiento prematurovorzeitiges Alternenvejecimiento prematuro.
Algunos de sus artículos deberían ser adaptados a los nuevos tiempos: a una sociedad moderna, libre e igualitaria. Entre estos artículos se encuentra el referido a la la sucesión en el tronoThronfolgesucesión en el trono. Actualmente la heredera es la infanta Leonor, que ostenta el título de Princesa de Asturias, pero ¿saben ustedes qué habría pasado si Leonor hubiera tenido un hermano menor en vez de una hermana? Pues que este título lo heredaría el hijo varón aunque sea el hermano menor. Así lo recoge la Constitución en el Título II, artículo 57.1:
«La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos».
Este artículo es una clara discriminación contra las mujeres y contradice otro de los artículos de la Carta Magna, el 14, en el que se garantiza la igualdad de los españoles. Se trata de un anacronismo con el que se debe terminar. Ninguna otra monarquía europea, salvo Mónaco y Liechtenstein, contemplan estos derechos sucesorios. En España bastaría con modificar el artículo pero es algo que ningún partido ni de derechas ni de izquierdas ha querido abordar. ¿Será la coalición de Gobierno quien se atreva a ello?
Artículo 14: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social ”.
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